Fuimos a ver nuestro mapa en Francia.
Desde que recibimos la invitación en septiembre, les pedimos su ayuda para poder presentar nuestro mapa en la exposición «Nous, les Fleuves» del Museo de las Confluencias, en Francia. Aunque no alcanzamos nuestra meta inicial en Ko-fi, recaudamos mucho más dinero del que esperábamos. Esta fue la primera vez que vimos nuestro trabajo expuesto, a pesar de que Robert lleva seis años creándolos y ya ha licenciado sus diseños a numerosos museos de todo el mundo. Este mapa fue, además, uno de los más grandes jamás impresos de Grasshopper Geography: 4,5 metros de alto y unos 6 metros de ancho. ¡Increíble!

Estamos eternamente agradecidos a todos los que donaron, y también a nuestros familiares y amigos que nos ayudaron. Un agradecimiento especial a Richard, quien nos llamó unos días antes de la inauguración de la exposición y se ofreció a donar una cantidad mayor, porque «de verdad quería que estuviéramos allí, costara lo que costara». Además, el padre de Robert tuvo la amabilidad de prestarnos su autocaravana (¡con el depósito lleno!) y su madre nos ayudó con los preparativos, para que pudiéramos asegurarnos de tener todo lo necesario y salir a tiempo.

Como ya sabéis, ni siquiera tenemos coche y tratamos de ser lo más ecológicos posible, pero con tan poco tiempo libre y un presupuesto tan ajustado, una furgoneta camper pequeña era nuestra mejor opción. Así pudimos reducir los gastos de alojamiento y comida, y además tuvimos la libertad de visitar a algunos futuros socios por el camino, que esperamos sean muy beneficiosos para nuestra pequeña empresa. (Las dos reuniones fueron geniales, conocimos gente estupenda y hablamos de todo aquello que nunca habíamos podido tratar por correo electrónico. Os contaremos todo en cuanto se concreten, pero ahora mismo no queremos tentar a la suerte).
Aunque recorrimos media Europa, hacer turismo propiamente dicho era imposible. Visitamos solo unos pocos lugares famosos a lo largo de nuestra ruta: el nacimiento del Danubio en Alemania, la cascada y los acantilados de piedra caliza de Baume-les-Messieurs en Francia y, con un pequeño desvío, Pisa y Rávena en Italia.

Este viaje fue lo mejor que nos pasó este año. Lo pasamos genial, el mapa era precioso y tenemos muchas esperanzas de que nuestras reuniones también sean fructíferas.
Para agradecer toda la ayuda recibida, regalamos algunas láminas: todos los donantes tuvieron al menos una oportunidad de ganar un mapa. Anunciamos cuatro ganadores y ya enviamos tres mapas a tres partes distintas del mundo.

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