Esta es la historia completa de cómo surgió Grasshopper Geography y cómo posteriormente se convirtió en un negocio familiar.

Robert trabajaba en una oficina en Reading, Inglaterra, para el gobierno británico, estudiando parcelas agrícolas a partir de imágenes satelitales, fotografías aéreas y mapas del Ordnance Survey. Como es de imaginar, al cabo de un tiempo se volvió bastante aburrido e insatisfactorio. Un trabajo de oficina monótono y agotador, por así decirlo. Después de ahorrar algo de dinero, decidió no gastarlo en un coche, una habitación mejor alquilada ni en ninguna otra cosa material, sino perseguir sus sueños.

Comenzó a buscar ONG por todo el mundo y se ofreció como voluntario para colaborar en la elaboración de mapas. Pasó tres meses trabajando para arqueólogos en el Caribe, dos meses trabajando con ballenas en Alaska, regresando cada vez a un trabajo de oficina diferente en Inglaterra para ahorrar dinero para el siguiente viaje, y en 2016 se encontró trabajando con delfines en Portugal. Este trabajo finalmente lo llevó a fundar su propia empresa, a la que llamó Grasshopper Geography ( Szöcske , la palabra húngara para saltamontes, era su apodo de la infancia).

En Portugal, trabajó como voluntario durante tres meses. Por diversas razones, tuvo más tiempo libre del que esperaba. Tras un tiempo, decidió aprovechar esas horas libres para perfeccionar sus habilidades en SIG. Aprendió nuevas técnicas y software, y comenzó a trabajar en nuevos estilos de mapas que llevaba meses o incluso años imaginando, pero para los que nunca había tenido tiempo de desarrollar adecuadamente.

Tras unas semanas, tenía listos tres nuevos estilos de mapas y estaba muy satisfecho con ellos, así que los compartió en algunos foros en línea, y… ¡internet enloqueció! Ahí estaba él, un tímido aficionado a la cartografía, con cientos de mensajes. Solicitudes de entrevistas. Decenas de miles de veces compartidos artículos sobre sus mapas. Como siempre dice, las palabras «intimidante» , «aleccionador» y «emocionante» no hacen justicia a octubre de 2016.

Básicamente, gastó todos sus ahorros trabajando gratis para ONG, pero al final se enriqueció enormemente. Desde entonces, Grasshopper Geography es su vida y su única fuente de ingresos.

El siguiente cambio significativo ocurrió en diciembre de 2020, cuando su pareja se convirtió también en su socia. Eszter regresó a casa desde Noruega ese mismo año para empezar una nueva vida con Robert. Ya habían colaborado con éxito en proyectos más pequeños, por lo que su participación en Grasshopper Geography era algo bastante lógico.

Esto también significaba que por fin había tiempo para empezar con aquellas cosas que a Robert le resultaban imposibles de gestionar solo: la creación de contenido y el marketing en redes sociales, y posteriormente, otras tareas más pequeñas. Como bibliotecaria de profesión, ya estaba familiarizada con la mayoría de las funciones que desempeñaba en este negocio: redacción de boletines informativos, diseño web, uso de software de diseño gráfico, atención al cliente, creación de contenido, entre otras.

Desde entonces, ambos se esfuerzan al máximo para sacar el mayor provecho de este pequeño negocio. Saben que amar lo que uno hace es fundamental para una vida equilibrada, y sin duda disfrutan trabajando con estos mapas y llevando alegría a los amantes de la cartografía de todo el mundo.